domingo, 14 de febrero de 2010

Sueños de Ajenjo


Que todo pasa por algo, puede ser. Que todo es para mejor, no lo creo, ni tampoco que todos los caminos llevan a Roma. Quizás alguno lleve a Nápoles o a algún destino perdido bajo las plumas de un bosque azul. Prefiero pensar que es uno quien marca el camino en vez de seguir una línea punteada. Quisiera dejarme llevar por una fragancia agridulce, que me guíe por senderos sinuosos donde le pierda la pista y pueda encontrarla después de la cena. Poder abrazar a los monstruos impíos y a los querubines con sonrisa de amanecer, darle la mano a Abraxas y la cara a Fortuna, andar con el mentón por delante y recibir en mis ojos al Sol y a la Luna. Recibir la enseñanza de viejos y nuevos maestros, desechar lo aprendido y empezar desde dentro con una antorcha de cuarto creciente. Y si viniera un hombre con cuervos y gatos negros a invitarme a una mascarada aceptaría gustoso su ofrecimiento, aunque eso me valiera mil noches de resaca en presencia de las Larvas. O si un monje bañado en sacrificio me convidara a compartir meses de silencio, quisiera tener la voluntad de acompañarlo y abrirme a mí mismo, de modo de poder compartir también las nuevas costas. Intentaré izar una bandera invisible para timonear mis desiciones recordando las tumbas y manteniendo vivos los sueños, para ser siempre consecuente y libre. Y si alguien quisiera unirse a mi caravana despoblada, que la intuición y la experiencia le abran o le cierren la puerta, ya que mi criterio solo nunca será suficiente.
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- Tiralíneas 005 / 01
- Papel Bond 16x21 cms
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Que la ventana no se transforme en puerta
cuando la llave sea la incorrecta.
Que no sea la ilusión migratoria,
ni en el sueñoni en la vigilia,
la que conmueva tu corazón de estaño.